El Anciano Rey de los Vinos lleva más de cien años ofreciendo a sus clientes chatos de vino dulce y de vermú y desde hace décadas se han hecho igualmente famosos sus aperitivos.
Sigue siendo una taberna de las de toda la vida, donde se va a tomar un vinito, el vermú o una caña, siempre acompañado de un buen aperitivo. El Anciano Rey de los Vinos, abierto en 1909, ha sabido mantener la esencia de lo antiguo a la vez que ha ido innovando y adaptándose a los nuevos tiempos. Gracias a ello entre su clientela se encuentran vecinos del barrio, de los de toda la vida, y muchos turistas, tanto nacionales como extranjeros. Su excelente localización en la calle Bailén (frente a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real) lo convierte en un lugar de paso estratégico para todos aquellos que pasean por el centro y quieren hacer una pausa para tomarse un chato. Nota aquí.
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