“El arte popular argentino enseña y une a la gente”
Mañana y el sábado en el Tasso, el bombisto y el charanguista prometen un desfile de historias y recuerdos, pero sobre todo una cumbre de músicas que atraviesan el mapa de la Argentina. Y se ilusionan con dejar un registro del encuentro.
Vitillo Abalos tiene 94 años. Ya no toca más la quena, pero sí le da por el bombo, aún. O por zapatear. El le dice “el malambo de la silla”, porque agarra una de las que tiene Jaime Torres en el comedor de su casa, apoya la mano derecha en uno de los laterales de la cabecera y hace una demostración. La imagen se proyecta hacia cincuenta, sesenta, setenta años atrás. Hacia los momentos en que, junto a Machaco, Roberto, Machingo y Adolfo, formaba uno de los grupos más significativos de la música folklórica argentina del siglo XX: los Hermanos Abalos. Jaime, dieciséis años menor que él, lo mira con admiración. “Yo soy, como tantos otros, uno de los que tiene a Vitillo como referente. Me encanta estar a su lado. Ojalá a alguien se le ocurra hacer un pequeño registro de lo que vamos a hacer, sin pensar en réditos económicos”, introduce el mejor charanguista del universo, sobre un deseo que le ocurre en la previa de los conciertos que ambos ofrecerán mañana y el sábado a las 22 en el Tasso.Nota aquí.
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