Muerte y destino del poeta
Su vida fue un itinerario de pérdidas y búsquedas difíciles. Recorrió las ciudades que le fue abriendo y cerrando la vida: El Puerto de Santa María, Madrid, París, Buenos Aires, Roma y Madrid. Su poesía fue una pregunta, una indagación en las formas y en los mundos. El mandato era no repetir lo hecho, escribir siempre en la frontera: neopopulismo, gongorismo, surrealismo, realismo histórico. Construyó su poética como un estilo de estar ante los estilos, una emigración por las palabras. Rafael Alberti representa al poeta que vive la insatisfacción de un presente lleno de carencias y necesita refugiarse en el himno o la elegía, en la ruptura hacia el futuro o en la nostalgia de las tradiciones. Fue un romántico vestido de vanguardista. De ahí que su figura estuviese unida a la imagen del exilio, incluso antes de que el golpe de Estado de 1936 le obligara a abandonar España durante 39 años. Nota aquí.
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