En Donosti con Mikel Erentxun
De la tienda de discos Beltza Records al bar de 'pintxos' Ormazabal, una ruta con mucho ritmo por San Sebastián para quienes se acerquen estos días al festival de cine.
Mikel Erentxun, nacido en Caracas y donostiarra de pro, nos recoge en un enorme Land Rover negro. “Fui a comprar un coche normal, pero lo vi y me quedé prendado”, explica el músico mientras cambia las marchas como quien maneja un apero de labranza. Le va bien para escaparse con su familia a los montes que circundan San Sebastián. Sobre todo en julio y agosto. “No soporto la invasión veraniega”, reconoce. La capital guipuzcoana, con su bahía cantábrica y universal, siempre copa los rankings de las ciudades más bellas del mundo, pero no fue hasta el cese definitivo de ETA, hace siete años, cuando el turismo reaccionó en masa. “Está bien que la ciudad se abra, pero se está vulgarizando el comercio, ahora todo está enfocado a lo que viene de fuera”, se queja Erentxun. Nota aquí.
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