Marsé y Serrat
El independentismo no tolera las disidencias, como prueba el trato que ambos han recibido.
Precisamente porque Juan Marsé y Joan Manuel Serrat han sido más grandes que sus circunstancias, con Franco y después de Franco, ahora son un problema para el independentismo. Se les pretende obviar, ningunear, sofocar como un incendio sonoro en la palabra, un chasquido de fuego para la ideología separatista. Ninguno de los dos se ha destacado por una campaña altisonante, ni con declaraciones incendiarias, sino que se han limitado a decir «no» y a explicarlo educadamente. Serrat y Marsé han dicho no a este sucedáneo de referéndum forjado por un ejecutivo que gobierna solamente para una mitad de la población, excluyendo a la otra, señalando a la otra, estigmatizando a la otra exactamente igual que están tratando de hacer ahora con ellos dos. Nota aquí.
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