Asilo para olvidar un rato las penas
En la primera de sus cuatro funciones, el uruguayo les dio protagonismo a la voz y la guitarra, sin dejar de apoyarse en una banda exquisita. Hubo una dedicatoria a Santiago Maldonado, y la cumplida intención de proponer un remanso de paz entre tanta tristeza.
La primera de las cuatro funciones que el músico uruguayo Jorge Drexler brindará en el teatro Gran Rex para presentar su nuevo disco, Salvavidas de hielo, no pudo escaparse del clima social que se vive en el país. Drexler, de hecho, no quiso evadir lo ocurrido con Santiago Maldonado y eligió transitar el concierto con esa presencia en el aire. Apenas comenzó el recital, el uruguayo dijo que comprendía que ésta “era una semana triste y difícil” para los argentinos y que prometía que él y la banda regalarían un “momento de reposo y darían todo de sí”. “Permítanme decir una cosa”, pidió en la mitad del concierto, solo en el escenario y con la guitarra criolla sobre las piernas. “Está muy alejado de mí hacer un comentario político, no creo mucho en la política partidaria, me gusta mucho la filosofía y la manera de pensar. Pero me gustaría dedicarle una canción a Santiago Maldonado. Sé que es una semana jodida. Pero una vida es una vida en cualquier circunstancia. Les pido que hagamos un esfuerzo mínimo de abstracción y pensemos que se trata de la vida de un pibe y la familia está pasándola mal. Todas las vidas merecen respeto”, reflexionó y le dio lugar a “Polvo de estrellas”, aquella canción que dice “una vida lo que un sol vale” y “toda vida es sagrada”. Fue uno de tantos momentos en los que el propósito se cumplió, que el “punto ciego de la pena” –como dijo más adelante– se concentró en el escenario de la sala de Avenida Corrientes. Nota aquí.
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