Fin de año en familia
La política está triste, tiene frío, soporta los síntomas de la saturación y la fatiga. Las ilusiones se quedan secas, la ebriedad amanece en resaca, las palabras y los buenos deseos apenas soportan su cáscara mentirosa. El debate político recuerda mucho a esas cenas finales de las celebraciones navideñas donde la gente se reúne para contarse que está cansada de reuniones, cenas, bebidas, charlas y mantecados. Nota aquí.
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