sábado, abril 07, 2018

Ismael Serrano

Yo también creí saberlo todo.
Me comí la vida a dentelladas,
grité a los madrugadores desde un coche,
vertí el licor de la derrota,
juré no arrepentirme,
llegué tarde a mi homenaje,
mentí en demasiadas despedidas,
fui eterno y perdí trenes.
Creí conocer los secretos,
creí ser el elegido.
Y, ahora...
Ahora todo lo aprendo.
Todo lo debo.
Soy lo que olvido.
Apenas sé nada.
Mejor así.

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