PARA SOBREVIVIR
Para sobrevivir, canté.
Amasé el pan de las palabras.
Dancé al ritmo de la noche serena.
Cuidé la luz que palpita en el mar.
Amasé el pan de las palabras.
Dancé al ritmo de la noche serena.
Cuidé la luz que palpita en el mar.
Para cantar, sobreviví.
Revolucioné mi sombra.
Alcé el vuelo con heridas en las alas.
Respiré el óxido de las maltrechas cumbres.
Revolucioné mi sombra.
Alcé el vuelo con heridas en las alas.
Respiré el óxido de las maltrechas cumbres.
Para escribir, leí.
Me vestí con versos invisibles.
Escuché el latido del poema.
Habité en ajenos espejismos.
Me vestí con versos invisibles.
Escuché el latido del poema.
Habité en ajenos espejismos.
Para vivir, lloré.
Abracé un cielo equivocado.
Caminé sin red entre los cuervos.
Aprendí el color de la belleza.
Abracé un cielo equivocado.
Caminé sin red entre los cuervos.
Aprendí el color de la belleza.
Y entonces fue la vida,
de repente,
una inmensa locura.
de repente,
una inmensa locura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario