“Sin cantar sería un alma en pena”
La cantante, que estrena versiones de temas de mujeres compositoras, confiesa su desencanto con la política y se ve como una superviviente de la música
Hay una sensación extraña cuando se tiene delante a alguno de los personajes que te han acompañado desde la adolescencia. Ellos no te conocen, pero tú a ellos sí, o crees conocerlos, de tan vistos como los tienes. Algo así, esa complicidad inmediata aunque ficticia, surge con esta mujer que llega a la vez presurosa y serenísima. Es ella. Es Sole Giménez, la cantante de Presuntos Implicados, la voz que identificas cante lo que cante desde que, hace 13 años, emprendió carrera en solitario. Acostumbrada quizá a ese efecto espejo, Giménez habla como si te conociera de siempre. Acaba de bajar del AVE que la ha traído a Madrid desde Valencia, donde reside con sus dos hijos en la veintena. El tatuaje de su muñeca —Namasté, saludo y despedida en sánscrito que alude a la luz de uno mismo y del prójimo— habla de ella. Se lo hizo en Bali por su 55 cumpleaños. Nota aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario