“Tengo un poco de oído y mucha potra”
El productor y eterno compadre de Sabina reivindica su papel de aprendiz de brujo y lanza el libro 'Pociones', un híbrido entre poemas y canciones
Panchito-Panchito Varona —“así, dos veces, como me llama siempre Joaquín”— aparece muerto de la vergüenza vestido de negro íntegro y tocado con una mezcla de panamá y bombín en la redacción de EL PAIS para la entrevista. Le hubiera encantado dedicarse a contar la vida, dice quien se dedica precisamente a eso. A contarla y cantarla en canciones que ha compuesto para Joaquín —Sabina, obviamente— y otros artistas que las han convertido en clásicos. La vergüenza no es por eso, sin embargo. Es porque viene a vender su libro. Y eso le hace sentirse un intruso en las mismas letras que domina. Aquí huele raro. Nota aquí.
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