jueves, agosto 29, 2019

Rodolfo Serrano

Ahí va un poemilla de verano y cansancio
Qué hacer cuando lo único
que deseas es huir hacia tierras
y corazones lejanos. 
Buscar el fin de mundo
donde supiste un día
que sólo allí la vida comienza en otra boca?
¿Qué hacer entonces cuando
te echas la calle y está la noche sola?

Y buscas sus palabras,
esa dulce caricia de unos dedos
que revuelven tu pelo.
Y enciendes un cigarro y la deseas.
Que alguien te sonría y que te diga:
¿No fumas demasiado? Y te bese despacio
sin importarle nada
tu lengua con sabor a nicotina.
Pero no hay nada. Está la noche
y tú. Y ella tan lejos. Sólo queda
fumar en paz, cuidar ese recuerdo
de su nombre. Al fin y al cabo
la realidad más fuerte es que esto fuera
nada más que un poema.


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