Hoy pude tener entre mis manos REFLEXIONES DE UN HOMBRE HERIDO, un libro muy importante para mí por diversos motivos:
1) Se trata de mi primera experiencia poética publicada.
2) Los textos que escribí acompañan fotografías de mi mujer, Noelia Lopez, que fueron inspiradoras para mis trazos de prosa poética.
3) Está dedicado a nuestro hijo, Bioy.
4) Fue publicado por el Fondo Editorial Rionegrino (FER), emprendimiento estatal que en la actualidad goza de gran prestigio.
5) Se sabe que en la Argentina no es común que desde órganos oficiales se impulse la cultura, y menos que se lo haga con la seriedad debida, así que no tengo más que palabras de agradecimiento para el director del FER, Daniel Welschinger, que quiso que esta obra estuviera en su catálogo.
6) El prólogo lo escribió el español Carlos Marzal, poeta inmenso (Premio Nacional de Poesía en su país) y gran persona; un honor al que no encuentro palabras para definir.
7) Ver el primer ejemplar me ha dado un momento de felicidad, y eso no abunda.
Siete razones para festejar, siete llaves para abrir las puertas para pasar a jugar, siete brindis y siete.
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