Rubén Rada repasó su historia en el Ópera
Acompañado de una banda en la que cantan sus hijas Lucila y Julieta, y en la que toca la guitarra su hijo Matías, el "Negro" contagió de alegría y candombe.
“A ver esas palmas bellas, a ver ese grito de locura”, clama Rubén Rada encendido entre tambores, colores, sonidos y calores. Ocupa el centro de la escena y lo rodean nueve músicos, tan o más encendidos que él. Promedia su show en el Teatro Ópera, todo es fiesta y la música que está sonando pertenece a Tótem, aquel grupo que formó a principios de los '70 junto a Mario “Chichito” Cabral, Eduardo Useta y elenco, en Montevideo. Lo que está sonando es una viñeta dentro del frondoso recital que dio el Negro anoche con el fin de recorrer buena parte de su trayecto musical, cuyo título va de suyo: “Parte de la historia”. Tótem, entonces, banda pionera del candombe-rock en el Río de la Plata, revive a través de la intensa “Biafra” y también de la lisérgica “Dedos”. Dos temazos con tracción a sangre, abrillantados por una banda clanesca, casi familiar, que incluye a sus hijas Lucila y Julieta en coros, y a su hijo Matías en guitarra. Nota aquí.
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