"Para mí que me digan maldito es un piropo, te lo juro"
"Estalle el pollo donde estalle y gane quien gane, creo que podré ser fusilado tanto por un bando como por otro. Creo que a mí me fusilarán en los Monegros, que pilla a mitad de camino" (Lichis).
Hace solo unos días se editaba "Mesa Para Dos", el primer EP de Rubén Pozo y Lichis uniendo sus fuerzas en esta ilusionante andanza musical que comienza de la mejor forma posible. Dos quijotes de la música curtidos en mil andanzas, desde las más gloriosas a las más malditas. Obligados a reinventarse para seguir haciendo aquello que les mueve por dentro. Un camino que no siempre resultó fácil, y en el que pese a los baches no han perdido un ápice de autenticidad, manteniendo en todo momento la esencia personal que imprimen en cada una de sus canciones.
En medio del triste escenario social que inunda todos los periódicos estos días, en las oficinas de Sony me esperaban ambos, hablando de preadolescentes mientras recordaban sus años más desafiantes, que ahora les toca ver desde la óptica de padres. Medallas de oro, postureo trapero y la fugacidad de la fama eran el aperitivo en esa mesa para dos en la que ahora ponían un plato más para compartir esta sobremesa conmigo. Una charla en la que repasamos pasado y presente, que se quedó corta y que si por nosotros hubiese sido, seguramente se hubiese alargado hasta la cena o quien sabe si hasta la barra. De todo ello estuvimos hablando en una entrevista que os dejamos a continuación: Nota aquí.
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