sábado, abril 11, 2020

Joan Manuel Serrat

Luis nos cuenta en su blog.

La Saeta de Serrat

Puede que La saeta de Serrat sea una precisa y preciosa paradoja empapada de agnosticismo y heterodoxia. Un poema de Antonio Machado, de Campos de Castilla, que valiéndose de la estética indudable de la Semana Santa de Sevilla articula un discurso crítico hacia ella. “¡Oh, la saeta al cantar, al Cristo de los gitanos/ siempre con sangre en las manos/ siempre por desenclavar…”. Machado rechaza cantarle al Jesús del madero, al Cristo barroco muerto en la cruz de todas las primaveras, con corona de espinas y sangre abundantemente derramada. Prefiere, en cambio, cantarle al que anduvo en la mar. No hay aquí, como analizara Antonio Sánchez Barbudo, actitud irreligiosa, sino todo lo contrario. Machado parece tantear a Dios entre la niebla, influido por Unamuno. Y eterniza esa imagen de Jesús sobre las aguas, la misma que Leonard Cohen plasmó en «Suzanne» cuando evoca a Jesús como marinero caminando sobre las aguas. Nota aquí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario