Un poema de libros y encierro
Este silencio limpio que asusta hasta a los pájaros,
la soledad de un mundo que es enemigo ahora,
y este recuerdo absurdo de lo que nunca fuimos,
me arrastra por la casa y me deshace el pecho.
la soledad de un mundo que es enemigo ahora,
y este recuerdo absurdo de lo que nunca fuimos,
me arrastra por la casa y me deshace el pecho.
Pero pienso que éste puede ser el momento
de buscarnos los dos, como si fuera entonces,
en las mismas esquinas y en los bares de siempre
Y dormir en las páginas de los libros dorados.
de buscarnos los dos, como si fuera entonces,
en las mismas esquinas y en los bares de siempre
Y dormir en las páginas de los libros dorados.
Y por eso seremos esta noche gavieros
con Maqrol. Y en un puerto misterioso y lejano
nos hablará de barcos y de navegaciones
en aguas que no existen en las cartas marinas.
con Maqrol. Y en un puerto misterioso y lejano
nos hablará de barcos y de navegaciones
en aguas que no existen en las cartas marinas.
Hablaremos de mares y de lejanas islas,
del barco de vapor en el que Marlow busca
el corazón salvaje de un Kurtz enloquecido
en la oscura tiniebla de aquel río de sangre.
del barco de vapor en el que Marlow busca
el corazón salvaje de un Kurtz enloquecido
en la oscura tiniebla de aquel río de sangre.
Y soñaremos, luego, cuando en el cielo brille
el Marte de Burroughs, en la princesa Dejah
que aún espera a John Cárter en las arenas muertas,
de un planeta que muere silencioso y desierto.
el Marte de Burroughs, en la princesa Dejah
que aún espera a John Cárter en las arenas muertas,
de un planeta que muere silencioso y desierto.
Esta noche de nadie iremos a Lisboa.
Con Pessoa entraremos en los cafés oscuros,
mientras llueve en las calles y el mar suena muy lejos,
tan lejos de nosotros como estamos ahora.
Con Pessoa entraremos en los cafés oscuros,
mientras llueve en las calles y el mar suena muy lejos,
tan lejos de nosotros como estamos ahora.
Después, dormir en paz en la cama sin nadie,
aferrado a la piel de todas tus ausencias.
Dejemos que la vida nos revuelva los nombres
y junte nuestros cuerpos en la misma mentira.
aferrado a la piel de todas tus ausencias.
Dejemos que la vida nos revuelva los nombres
y junte nuestros cuerpos en la misma mentira.
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