domingo, mayo 03, 2020

Rodolfo Serrano

Esto empieza a ser eterno
No sé cómo decirte. Pero esto
empieza a ser muy duro. Todo pesa
lo mismo que nos pesan estos días.
Y, ya ves, por mucho que lo intento,
-no lo tomes en cuenta- no hay manera
de escribir, por ejemplo, esto que escribo,
sin que me sienta triste y sin que piense
que la vida es un asco. Y ahora mismo
no tenga cuerpo y alma para nada.
Y es que estamos lejanos, tan lejanos
de ti, de mi, del corazón abierto,
de esa piel que soñamos, de nosotros,
que me siento un náufrago sin Viernes.
O ese verso que destroza un buen poema.
Te confieso que ahora que te añoro,
y que miro la noche en la ventana,
no quiero la tristeza, quiero abrirme
como esas flores que nacen en los sucios
solares de suburbio y nos bendicen
con el color que pinta nuestras vidas.
Así que aquí te mando la esperanza
de amarte en lo peor de este desastre.
Este sueño, el deseo de que seas
mi más dulce rutina, el más amado
de todos los hastíos. Y aburrirme
contigo y a tu lado en las historias
que habremos de escribir
cualquiera de estos días.


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