Ya te digo
No leo los periódicos. Me aburren.
No aguanto el griterío ni ese ruido
que apaga lo importante. No soporto
a los que siempre tienen soluciones
a todos los problemas de este mundo.
No aguanto el griterío ni ese ruido
que apaga lo importante. No soporto
a los que siempre tienen soluciones
a todos los problemas de este mundo.
Dan consejos sin que nadie se lo pida,
saben lo que hay que hacer en cada caso,
Y se creen que tú no vales nada,
y tienen que llevarte de la mano,
como a un niño. Todo con sangre entra.
saben lo que hay que hacer en cada caso,
Y se creen que tú no vales nada,
y tienen que llevarte de la mano,
como a un niño. Todo con sangre entra.
Mas yo no necesito a quien me diga
aquello que está bien, lo que es pecado,
ni que me den golpecitos en la espalda
o se empeñen en salvarme del averno.
Estoy bien -ya lo veis- equivocándome.
aquello que está bien, lo que es pecado,
ni que me den golpecitos en la espalda
o se empeñen en salvarme del averno.
Estoy bien -ya lo veis- equivocándome.
Así que en estos días tan oscuros,
no me importa lo que digan los papeles.
Ni ese vertedero de los odios
que apesta mi piel y mis paredes.
Yo no estoy para nada ni con nadie.
Yo vengo ya llorado de mi casa.
no me importa lo que digan los papeles.
Ni ese vertedero de los odios
que apesta mi piel y mis paredes.
Yo no estoy para nada ni con nadie.
Yo vengo ya llorado de mi casa.
Lloré a solas y lo hice por nosotros.
Lo hice por mis niños y mis viejos.
Por esos cuatro amigos que aún me quedan.
Por los que siempre pagan, los que aguantan
la miseria pero nadie les escucha.
Lo hice por mis niños y mis viejos.
Por esos cuatro amigos que aún me quedan.
Por los que siempre pagan, los que aguantan
la miseria pero nadie les escucha.
A los demás, periódicos o teles,
los que estáis por las ondas y las redes
sembrando el sufrimiento y tanto odio,
los que sabéis de todo y no sabéis
como abrazar el dolor de vuestro hermano...
ya te digo, por mí, que os vayan dando.
los que estáis por las ondas y las redes
sembrando el sufrimiento y tanto odio,
los que sabéis de todo y no sabéis
como abrazar el dolor de vuestro hermano...
ya te digo, por mí, que os vayan dando.
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