Osvaldo Pugliese: un gran músico y una contraseña
Autor de más de 150 obras, patentó un estilo único como director de orquesta. Y fue un incansable luchador por los derechos de los músicos.
A Osvaldo Pugliese le faltó medio año para llegar a los noventa. Un día como hoy, pero de hace veinticinco años, el corazón le dijo basta y con él se fue un testigo, y a la vez protagonista del siglo XX como pocos. Detrás quedaba un centenar y medio de composiciones propias, y más de seiscientas interpretaciones registradas en todo tipo de soportes: discos de pasta a 78 revoluciones por minuto, simples y long plays de vinilo en 33 o 45 rpm, casetes, magazines y cd´s. A la par, dejaba polémicas políticas y musicales que también signaron su vida: los cortocircuitos y líos con el peronismo clásico por su férrea militancia comunista, por caso. O las críticas que, desembozadamente o no, ensayó frente a ciertos renovadores del tango como Astor Piazzolla y Enrique Francini, o contra rockeros argentinos, a quienes tildó sin pelos en la lengua de "extranjerizantes", "disfrazados", "payasos", y poco duraderos, premonición de mediados de la década del setenta que felizmente no se cumplió. Y de la cual tuvo que retractarse al declarar, hacia el final de su vida, su empatía por Fito Páez. Nota aquí.
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