El cantante presenta su nuevo disco, «Sombrero Roto», este fin de semana en Barcelona (sábado 22) y Mallorca (domingo 23)
El «Sombrero Roto» de Kiko Veneno sigue dando de sí sobre los escenarios, y este fin de semana lo presentará en Barcelona y Mallorca, con sendos conciertos en Las Nits del Forum y la versión reducida del festival Mallorca Live.
—Es de los que más conciertos ha dado en estas extrañas circunstancias. ¿Qué ha visto en cuanto a ambiente y medidas de seguridad?
—El ambiente, buenísimo en todos. Los que amamos la música en directo somos la comunidad de los que escuchan en silencio. El silencio es el cachito que hay entre canción y canción en un disco. Hay una generación entera de españoles que no sabe lo que es el silencio. Para ellos, es algo que siempre hay que rellenar. Para los que amamos la música es otra cosa. Y, aunque seamos minoritarios, somos muy constantes. Para nosotros la música es una afición, y estos días me he dado cuenta de que es una afición muy adictiva.
—En el confinamiento fue esencial.
—La cultura es la sangre de un pueblo, y durante el confinamiento, sin música, ni libros, ni películas no hubiéramos podido aguantar. Pero, en cuanto se acaba el confinamiento, a la cultura se la aparta. Porque ahora lo que importa es la economía. España nunca ha creído en la cultura como una industria potente y, al no haber esa preocupación, se ha evidenciado esto. Mucho agradecimiento a los músicos durante el confinamiento, pero en cuanto ha acabado, puerta. A buscarse la vida. Nota aquí.
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