Joaquín Carbonell no muere
Su voz no muere,
si se le quiere.
No es cualquiera de Teruel,
no fue cualquiera Buñuel,
ni Carbonell es cualquiera.
No se muere, aunque se muera.
Con Joaquín, con Labordeta,
se compone una libreta
de Libertad y Memoria.
Desde Teruel a la gloria
la tierra se encoge quieta,
sus voces rasgan la tierra
y nuestro afecto se aferra
a sus verdades sonoras.
El mundo se queda quieto,
en un abrazo más prieto,
y se descuentan las horas.
© Félix Maraña
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