Una llamada
Mi amigo Tito me llama y me lee versos.
(¡Qué cosas pasan en este tiempo extraño!)
Yo escucho en paz. Escucho. Y en silencio,
como si me leyera el Evangelio.
Tito escribe, me escribe, con palabras
que saben a sudor de niño y juegos,
a días amarillos, con amores
de cigarros de anís y chocolate.
Me habla de las cosas que nos pasan,
de los días que fueron, de la vida.
De los sueños antiguos y marinos
borrachos y de artistas de la ópera.
Estas llamadas suyas. El recuerdo
de Philip Marlowe en un vuelo lejano.
Y las noches de aquella Barcelona,
cuando el mundo era joven y era nuestro.
Y, de pronto, comprendes que era esto,
que la vida era esto: una llamada,
que te viste el corazón de mil colores,
y te lleva a la luna en un cohete.
(Y en la calle el otoño se hace gloria.
Se hace oro en las hojas de los árboles)
***
A dos amigos, al poeta
Tito Muñoz
y al artista de la imagen y la vida, Raul Cancio
. Dar toquecito a la foto.
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