Antonio nos cuenta por Facebook.
Viernes, no hay prisas como desde hace ya, no habrá charlas imprecisas, concisas, indecisas, no habrá nada que contar a una escucha hambrienta de verdaderas mentiras con sabor a sentencias, ni besos ni huesos maltrechos, ni pagos a pachas o a medias, ni aperitivos de buen año, ni ricos caldos servidos en copas y en chato, ni cuerpos arrastrados y apoyados en barra tres o cuatro vinos después, sentados para poder seguir en pie, qué le vamos a hacer.
Cada siete días vuelve el viernes puntual y fiel, nosotros no sabemos ni cuándo, y a este paso, ni cómo volver.
Se os quiere amigos
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