Love of Lesbian: un victorioso concierto de 12 horas
El Palau Sant Jordi revivió la emoción de la música en vivo un año después con la actuación de Love of Lesbian ante 5.000 personas, iniciativa pionera en Europa, sin distancias, con mascarillas y previo test de antígenos.
Quizá nunca había habido tal apetito por asistir a un concierto, y las ganas locas de palpar el simulacro de vida normal se hicieron notar no solo durante las cerca de dos horas de concierto en el Palau Sant Jordi sino durante toda la jornada, en torno al dispositivo previo de tests rápidos desplegado en las salas Razzmatazz, Apolo y Luz de Gas. Música pop de un alcance pocas veces visto, ariete contra el virus y sueño de remontada, orquestado por una banda, Love of Lesbian, con apetito acumulado tras más de un año sin bolos.
Fue un concierto de toda una jornada, en efecto, y la experiencia dejó un rastro de determinación colectiva y propagó una ilusión que se vende cara estos días. Jordi Herreruela, director del Cruïlla, hablaba a este diario, horas antes en la puerta de Razzmatazz, del “espíritu de Barcelona 92” que percibía en el ambiente. Porque, más que asistentes a un concierto, venían a ser voluntarios los que se prestaron a someterse al proceso del formulario, la descarga de la app y el trance del test rápido con el palito restregado hasta el fondo de sendos orificios nasales en una soleada mañana de sábado. Público, invitados, políticos, prensa… Sin excepciones. ¿Habríamos hecho todos tanto, hace poco más de un año, por un concierto? Espíritu ciudadano en vanguardia, pese a todo, y revalorización de aquello que dábamos por descontado hace tan poco. Nota aquí.
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