SONETO DE SALVACIÓN
Uno se va adentrando bien adentro
y pierde, de repente, sintonía
con la vida y el mundo y la poesía.
Y el corazón, al margen, no halla el centro.
Y desciende uno al cuerpo y su cimiento
de infancia le sugiere algarabía;
de todo está uno a salvo todavía
si no hace de la pena su alimento.
Pero ha de transitar esa tristeza
y dejarse abrazar por esa sombra
que, con gélido hedor, su nombre nombra
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