Horas Contadas
Porque nuestras horas son contadas
Quiero participar en la liturgia de la risa,
Ser árbol cuando la brisa de septiembre
Acune el silencio de las playas vacías,
Sentir que el adiós de los amigos
Es la melancolía de los próximos encuentros...
Porque nuestros días son nidos de horas
En donde duermen los te quieros,
El abrazo de mamá,
El nacimiento del hijo
Y los amores que no fueron.
Por eso y más,
Dame migas de minutos
Donde la vid sueña con el huerto,
Donde los frutos prohibidos
No son más que besos,
Donde una manzana
Es el bocado del deseo,
el paraíso tu regazo
Y la serpiente solo sexo.
Después, la luz de la mañana
Será Midas con nuestros objetos,
Pero tu y yo, amor mío,
Ya no estaremos.
Por eso piensa en nuestras horas contadas
Mientras del reloj
cae la arena del desierto.
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