Adrián Abonizio vuelve al tango
El referente de la "Trova rosarina" grabó junto al quinteto La Máquina Invisible un disco que lo devuelve a un género que, según afirma, "es esperanzador, vital y fatalista a la vez".
El compositor y cantante Adrián Abonizio, uno de los autores centrales de la denominada Trova Rosarina, retomó su fecundo lazo con el tango de la mano de Ciudad Malandrina, un disco que registró junto al joven quinteto La Máquina Invisible y que lo devuelve a un género que, afirma, "para mí es esperanzador, vital y fatalista a la vez".
"El tango es lo que todo letrista debería buscar y que no es precisamente la Verdad Absoluta sino, por el contrario, dialogar con la duda, la existencial, la de la palabra, la del amor, la de la patria. Allí no doy consejos, ni sermones, ni promesas, doy afirmaciones modestas de como yo veo al mundo, y el resto es pura música", sostiene Abonizio durante una entrevista con Télam.
El artista, creador de canciones como "Mirta, de regreso", "El témpano", "Dios y el diablo en el taller", "Corazón de barco", "Príncipe del manicomio" y "Azules", por citar apenas algunas, que Juan Carlos Baglietto acercó al gran público, siempre mostró una caligrafía pariente del tango que tuvo su más acabado reconocimiento con el álbum Tangolpeando (2013), ganador del Premio Gardel en dicha categoría. Nota aquí.
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