Las increíbles obras en café de Giulia Bernardel
Empecé a usar café por casualidad, hace menos de seis años, cuando accidentalmente derramé una taza sobre una mesa blanca, y de repente apareció ante mis ojos un nuevo mundo hecho de sombras, una distinta a la otra…”, anota la artista Giulia Bernardelli sobre la materia prima que no solo le viene pipa para deleitar su paladar y despabilarse cada mañana: el café sirve a esta mujer de 34 años como pintura, para componer obras tan exquisitas como efímeras. Antes de pasar el trapo, Bernardelli -que vive en Mantua, pequeña ciudad al noreste de Italia- es capaz de lograr con tan solo un espresso y una cucharita, imágenes de la Sagrada Familia, famosa catedral de Gaudí; un recreación bastante exacta de Le Déjeuner sur l’herbe, de Édouard Manet, o de frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel. También retratos de -por poner un ejemplo- los personajes de la serie La casa de papel. Nota aquí.
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