sábado, mayo 14, 2022

Eduardo Galeano

 Eduardo Galeano y una conversación con su memoria

Los textos reunidos en este volumen atraviesan los claroscuros de la historia política y social latinoamericana, con sus crímenes y sus destellos de humanidad. 

En una entrevista de 1984 para el semanario Aquí, Eduardo Galeano definió su libro Días y noches de amor y de guerra (Siglo XXI Editores) como “una especie de conversación con mi propia memoria”. En esa misma línea también ubicaba, por ejemplo, la trilogía Memoria del fuego o el célebre Las venas abiertas de América Latina.

El volumen está poblado de claroscuros ya desde su título: los días en oposición a las noches, el amor como contracara de la guerra. Pero aquí la oscuridad y el horror impuestos durante la década del ’70 por los regímenes militares en buena parte del territorio latinoamericano son interrumpidos por esos breves destellos de humanidad capaces de darle sentido a una vida.

En Días y noches Galeano enumera un sinfín de nombres propios: desde el Che Guevara a Juan Domingo Perón, a quienes entrevistó como periodista; Salvador Allende, con quien mantuvo una profunda amistad; algunos colegas como Juan Gelman, Paco Urondo, Juan Rulfo o Alejo Carpentier; y aquellos que nadie volvió a ver jamás como Haroldo Conti, Raymundo Gleyzer o Rodolfo Walsh. También registra el encuentro con personajes anónimos encantadores, la resistencia desde una publicación histórica como la revista Crisis, los amores o la llegada al mundo de sus propios hijos: Verónica, Florencia y Claudio. Hay una oscilación permanente entre el gozo y la tragedia, la vida y la muerte, lo luminoso y la oscuridad. Nota aquí.



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