jueves, junio 30, 2022
Andrés Calamaro
Calamaro en Madrid, locura y genio en directo de la leyenda argentina
El cantante revienta el Wizink con una colección de canciones universales tras un comienzo tenso en un concierto con C. Tangana, Ariel Rot y Kase.O como invitados.
Andrés Calamaro, el hombre excesivo, traje oscuro y camisa verde, gafas de sol, sale al escenario del WiZink, que le aclama, y él advierte, gélido: no le gustan los flases, le distraen, le molestan. Lleva tiempo avisándolo en redes sociales, y en sus reflexiones sobre los conciertos tiene preferencia el comportamiento del público (“Comunidad completa a cara de perro, pulcros en el escenario y sin flases abajo. Cómo se agradece eso. Sin luces añadidas, concentrados en escuchar y disfrutar”, escribió en Instagram tras su show en Soria). En 2017, durante su gira Íntimo, pedía —por favor— respetar el espectáculo con los teléfonos móviles apagados.
Pero la advertencia en Madrid cae en saco roto y el concierto empieza enrarecido, con Calamaro enfurruñado y riñendo a quien le apunta con la luz. Canta Bohemio y Verdades afiladas, y al terminar dice: “Se me quitan las ganas”. Hay desconcierto entre la gente. Calamaro, que lo ha escrito todo, que lo ha cantado todo, que lo ha vivido todo, es capaz de cualquier cosa. Pero la producción del directo es inagotable y su repertorio, impresionante, así que sus propios temas (Cuando no estás, Crímenes perfectos) se llevan por delante su enfado, se llevan por delante al público, se llevan por delante la noche de junio en Madrid, y para cuando la gente entra en éxtasis cantando “Me parece que soy de la quinta que vio el Mundial 78, / me tocó crecer viendo a mi alrededor paranoia y dolor”, ya el WiZink se ha arrodillado ante el hijo pródigo de la capital; ya la gente, cuando empieza a sonar Me arde (“es tarde para curarme”), se sube a un estado de locura del que no baja hasta el final. Calamaro está en casa, y su casa se lo hace saber. Nota aquí.
miércoles, junio 29, 2022
Juan Alberto Badía
10 años sin Juan Alberto Badía, el enamorado del aire
Más que para repasar su amplia trayectoria, el aniversario de su ausencia permite comprobar una vez más la unanimidad que el conductor y difusor de cultura en radio y TV despierta en sus colegas, producto de una no tan usual combinación de profesionalismo y humildad.
El de Juan Alberto Badía debe ser un caso único en la cultura argentina. Una rareza a la que, por más esfuerzo que se haga, cuesta encontrar un antecedente similar. Es que en un medio donde abundan los egos enceguecedores, los malos tratos, las envidias y los egoísmos, Beto cosechó a lo largo de su trayectoria una unanimidad inédita. Sus oyentes y sus televidentes, los artistas y sus ex compañeros, sus familiares y sus amigos, todos rescatan la calidad humana y profesional que tuvo el animador y conductor de radio y televisión mientras estuvo por aquí acompañando a las distintas generaciones a través de sus programas. No es casualidad, entonces, que a una década de su fallecimiento el recuerdo sobre su figura se vuelva tan necesario como inevitable.
Mas que repasar su prolífica trayectoria, el aniversario redondo de su ausencia sirve de excusa -triste y dolorosa- para alumbrar a un conductor que hizo de su humildad, generosidad y amabilidad un estilo que está en peligro de extinción en el sistema mediático actual. Desde su diminuto cuerpo, fuera en el viejo Canal 13 o en el ya extinto 360TV, en la antigua Radio Antártida o en los “estudios” que armó por distintos lugares del país haciendo radio, Badía enalteció con la misma pasión y profesionalismo a los medios argentinos. Sin estridencias, con más amabilidad que impacto, el conductor supo construir programas que nunca resignaron ni la calidad ni el respeto. Nota aquì.
Ana Montojo
LAS DOS ESPAÑAS
martes, junio 28, 2022
Fernando Lobo
Ama permitiendo amar,
Paris Joel
86
Adriana Varela
Adriana Varela y una ceremonia emotiva en el CCK
En una noche puntuada por varias ovaciones, la notable cantante recorrió páginas legendarias, recordó temas de "Cuando el río suena" y anunció la salida del próximo "Vida mía".
Hubo al menos tres momentos de aplauso largo y tendido en el Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner, el sábado. Uno fue al terminar una versión más de “De la canilla”, preciosa canción de Jaime Roos que Adriana Varela –destinataria de las palmas, claro- propaló con intensidad en Cuando el río suena, disco grabado y publicado durante el último año del milenio pasado. El otro fue tras el final de “Tinta roja”, pieza del tándem Castillo-Piana, al que la “Gata” entrega cuerpo y alma para el goce del público –en especial- masculino. Y el tercero, cuando hubo que destacar porqué pasa lo que pasa, todos los días de la vida, en el CCK.
“Antes de seguir quiero agradecer profundamente a todas las chicas y los chicos que trabajan acá, en el Centro Kirchner, porque son maravillosos”, dijo la cantora de 70 espléndidos años recién cumplidos, ante una ensordecedora ovación popular. Tendió así los dos andariveles por los cuales transitó la noche de junio en el templo cultural: el musical y –por qué no- el político. ¿Y por qué el político?, porque Varela suele no esconder sus simpatías en ese terreno, y esta fue otra muestra.
Bajo el aplauso que pidió para los pibes y las pibas que, haciendo honor a lo que hay que hacer cuando se trabaja en el Estado, mantienen al Kirchner hecho una pinturita –es más, en un lujo con acceso al pueblo-, se puede leer también la forma en que presenta a su pianista, arreglador y director musical cuyo apellido resulta un problemita para el hombre: Marcelo Macri. “Aclaro que su apellido no tiene nada que ver, pero nada ¿eh?, con ningún ex presidente”, ironizó la cantante, ante otro aplauso fortísimo, que no llegó al podio por un pelín. También puede leerse en esta clave la defensa explícita que ella hace de Celedonio Flores por “morocho, progresista y baja línea”, antes de entrar en una muy buena visita por la lunfardísima “Corrientes y Esmeralda”. Qué bien canta ella eso de “Esquina porteña, tu rante canguela / Se hace una melange de caña, gin fitz / Pase inglés y monte, bacará y quiniela / Curdelas de grappa y locas de pris”. Nota aquí.
lunes, junio 27, 2022
Babasónicos
Babasónicos hizo de la "Trinchera" una celebración apoteósica
Del espíritu extático de discoteca a la interpelación, la banda logró la puesta en movimiento de instintos adormecidos.
Era bastante esperable que ocurriera de este modo. ¿Cómo se presenta un disco que es una invitación a dejarlo todo en pausa para dedicarse, al menos por un rato, al disfrute más primitivo, aquel que nace de la definitiva conciencia de la degradación constante de nuestros cuerpos y de la finitud de nuestras vidas? Con una fiesta, por supuesto. Pero no una fiesta cualquiera. Lo que propone Babasónicos desde Trinchera, el disco que subieron al escenario por primera vez anoche en el Movistar Arena, es un manifiesto, una arenga, una puesta en movimiento de instintos adormecidos, una invitación al desenfreno narcótico de sus canciones. Mostrarlo en vivo no podía darse de otra manera: había que organizar una celebración apoteósica para festejar que estamos vivos. Al menos en ese momento. Ésa parece haber sido la premisa que rigió el armado de este espectáculo. Bailar hasta que llegue la muerte. O, mejor dicho, porque la muerte puede llegar en cualquier momento.
La elección de “Bye Bye” para abrir ¡y cerrar! el show fue una sugestiva manera de reventarle en la cara a todas las personas que asistieron a esa ceremonia de música y hedonismo que lo único que importa aquí y ahora es eso: hazme el amor hasta el amanecer y después, bye bye. La atmósfera de dancefloor se mantuvo en tensión durante todo el primer bloque de canciones. Las que no eran de Trinchera se acomodaron orgánicamente en la propuesta del comienzo: reproducir ese entorno de paredes transpiradas de boliche entre under y glam, adaptado a los tiempos que corren (“la contingencia”, señaló hace poco Adrián Dárgelos, en declaraciones a propósito del disco). “Labios de medusa melanco/ No sé cómo soy/ Ni quién quiero ser/ Ayúdame a ser como quieras”, cantó desde el extremo de una pasarela que lo depositaba en el centro del campo, secundado por Mariano Roger, Diego Tuñón, Diego “Panza” Castellanos, Carca, Tuta Torres y Diego Uma desde el escenario. “Los calientes” y “Putita”, a continuación, marcaron con más fuerza el rumbo de esta primera parte en la que la picardía y la sensualidad de las canciones se amplificaron en el contrapunto con una puesta imponente en su austeridad, impactante por su elegancia, por la contundencia de esos haces de luces que en un simple movimiento hacían que todo se volviera otra cosa. Nota aquí.
Adolfo Pérez Esquivel
Adolfo Pérez Esquivel: el Nobel de la Paz que también es artista
El protagonismo de su militancia por los DD.HH. esconde una obra prolífica, que exhibe ahora, tras 50 años sin llegar a las salas.
“Primero soy artista, después militante”, dice el premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel (Buenos Aires, 1931), y la afirmación puede generar cierta sorpresa. Son conocidos sus murales: el Via Crucis Latinoamericano y Paño Cuaresmal de 1992, el Monumento a los Refugiados, en la sede central de Acnur en Suiza; el Mural de los Pueblos Latinoamericanos en la Catedral de Riobamba, Ecuador; o su escultura en homenaje al Mahatma Gandhi en Barcelona.
Pero más conocida (mucho más) es su militancia. Sin embargo, la muestra Senderos de arte de ayer y de hoy, que inaugura el sábado 2 de julio en el Museo Lucy Mattos de San Isidro con curaduría de Laura Casanovas, revelará hasta qué punto la actividad artística del defensor de los derechos humanos no es menos profunda ni tampoco menos universal que su lucha.
“Lo que se conoce de él es su obra en espacios públicos: murales para distintas instituciones, esculturas públicas que se encuentran en distintos lugares y parques de la memoria. Esta faceta, que siempre lo ha acompañado, ha tenido cierta difusión”, dice a Clarín Cultura horas antes del recorrido para la prensa la curadora Laura Casanovas.
En efecto, Pérez Esquivel se formó en la escuela Manuel Belgrano y en la Universidad Nacional de La Plata y trabajó más de 25 años como profesor de arte en todos los niveles de la enseñanza. Ese recorrido es previo a la internacionalización de su militancia en favor de la no violencia y al premio Nobel de 1980. Nota aquí.
domingo, junio 26, 2022
Paul McCartney
Paul McCartney celebra sus 80 años con dos horas y medio de concierto en Glastonbury
Bruce Springsteen y Dave Grohl acompañan al ex Beatle en su recital en el festival británico, donde interpretó 36 canciones.
Fuegos artificiales, un dueto virtual con John Lennon, y un ya legendario coro por parte del público del clásico tema Hey Jude, fueron algunos de los puntos culminantes del concierto ofrecido anoche por Paul McCartney. Apenas unos días después de haber cumplido 80 años, el ex Beatle celebró la actuación más multitudinaria del Festival de Glastonbury que este año celebra con algo de retraso su medio siglo, una efeméride pospuesta por la pandemia.
Sobre el escenario durante cerca de dos horas y media, McCartney interpretó 36 canciones, 21 de ellas parte del repertorio de los Beatles. El recital arrancó con ‘Can’t Buy me Love’ y abarcó desde sus primeros temas hasta sus últimas grabaciones. McCartney contó con dos invitados muy destacados: Dave Grohl, el cantante de Foo Fighters, y Bruce Springsteen. Con Grohl, a quien presentó como su amigo de la coste oetste de EE UU, cantó ‘I Saw Her Standing There’ y ‘Band on the Run’. Springsteen —”mi amigo de la costa Este”— le acompañó con ‘Glory Days’ y ‘I Wanna Be Your Man’.
McCartney, uno de los compositores más importantes de la música pop en el siglo XX junto a John Lennon, rindió homenaje a los miembros de los Beatles a lo largo de todo el concierto. Tocó ‘Something’ de George Harrison y ‘I’ve got a Feeling’ con John Lennon, en un dueto virtual. La actuación se cerró con McCartney, Grohl y Spirngsteen sobre el escenario tocando ‘The End’ del disco Abbey Road. El festival de Glastonbury cerrará hoy con una actuación de Diana Ross. Nota aquí.
Luis García Montero
“Cuando tienes una pérdida importante uno flota, pero no encuentra sentido a las cosas"
En voz baja, casi susurrada, una charla con el poeta ‘granaíno’, viudo de Almudena Grandes y director del Instituto Cervantes que acaba de estrenar libro (Prometeo, en Alfaguara), debería ser obligada. La mejor cura para el descrédito, la violencia y la estupidez. Pasen y lean.
Discípulo de Rafael Alberti y Ángel González, se ha dicho de él que es "el mejor poeta vivo" en español, fue Premio Nacional de poesía en 1995, con sólo 37 años, y desde 2018 es el director del Instituto Cervantes. Quedamos con Luis García Montero (Granada, 1958) con motivo de la publicación de su último libro, Prometeo (Ed. Alfaguara), en el que hace una revisión del mito, del titán que robó el fuego a los dioses para entregárselo a los mortales y darles la libertad. Viene hasta nuestro plató para hacerse un retrato y, al contrario de lo que pudiera parecer, posa con un aplomo y una naturalidad aplastantes. Y me sorprende, seguramente porque quizás mis prejuicios indican que quien tiene un alma tan relevante, no puede ser además coqueto. Mientras el equipo prepara el espacio en el que se hará hablamos con él de poesía, de las nuevas generaciones, de política (fue el candidato de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid en 2015) y del amor de su vida, la novelista Almudena Grandes recientemente desaparecida. Montero habla en voz baja, casi susurrando, y cuando me doy cuenta, tengo a todo el equipo sentado frente a nosotros, embelesados. Y no es para menos…Nota aquí.
sábado, junio 25, 2022
Ismael Serrano
"Aprendí a leer con Mafalda"
El cantautor español se presenta este fin de semana en Mendoza. El artista, con su enorme compromiso social, habló de la crisis económica, de la pandemia y por supuesto de Serrat, Sabina, Silvio y Aute.
Este viernes y sábado, en el Teatro Plaza de Godoy Cruz, el cantautor español, Ismael Serrano, presentará su gira Seremos. El artista llega con su último disco y una puesta de escena teatral para un show en el que también repasará sus clásicos.
“Seremos” se construye alrededor de una propuesta que va más allá de un concierto convencional: se trata de un espectáculo de teatro y canciones. Una ocasión ideal para encontrarse con las composiciones de Ismael Serrano en su versión más emocionante y cercana.
En su nuevo disco, Serrano habla de los sueños incumplidos y de lo difícil que resulta, a veces, afrontar el futuro. Pero también de cómo es ineludible pelear por la felicidad. Hay humor, poesía y muchísima emoción. Todavía quedan entradas.
En una extensa charla, que transitó por momentos nostálgicos y emotivos, Ismael Serrano dialogó con Diario UNO palpitando lo que será el comienzo de su gira en Mendoza por sus 25 años de carrera.
"Estoy muy contento de volver a esta gira por Argentina porque ha sido mucho tiempo y nos ha tocado vivir momentos difíciles en estos dos años. Por fin nos encontramos y la música sirve para celebrar el encuentro, el no estar solo con la adversidad. Aunque nos hemos acompañado a la distancia con conciertos online, pero la música en vivo es algo insustituible", cuenta Ismael que realizó una gran cantidad de presentaciones vía Instagram Live durante la pandemia.
- En tu última visita a Mendoza, Quino estaba vivo... hoy ya no está. En algunas de tus letras haces referencia a Mafalda, ¿qué significó en tu vida?
- Aprendí a leer con las viñetas de Quino, siempre me ha acompañado. Entre los libros de mis padres con los que me he educado literariamente, estaban los de Mafalda. Mi vínculo con Latinoamérica es por mi formación literaria y sentimental. Nota aquí.
Vetusta Morla
Vetusta Morla se agiganta en el Wanda sin despegar los pies de la tierra
Los madrileños reúnen a ‘solo’ 35.000 fieles en una versión aún más mejorada y plagada de valientes guiños folclóricos.
Cuatro años y un día después, los chicos de Vetusta Morla volvieron a ejercer de profetas en la ciudad que los abraza. El sexteto del barrio madrileño de Tres Cantos tenía grabada a fuego en el currículo la fecha del 23 de junio de 2018, cuando reunieron a 38.000 fieles en la Caja Mágica, una cifra inédita en su historial. Este viernes tuvieron que conformarse con solo 35.000 en el Wanda Metropolitano, templo atlético entregado a una banda de amplia mayoría madridista y con sus seis miembros de punta en blanco para la ocasión. Hoy no hay grupo en el rock patrio que remotamente se les aproxime en poderío musical, pero tampoco en su talante minucioso, en el gusto por el detalle y la liturgia escénica.
Los de Tres Cantos no solo tuvieron que afrontar la responsabilidad y los nervios de las ocasiones señaladas, sino el vértigo de los imponderables. El sonido se desvaneció a mitad de El Hombre del Saco, tan solo la cuarta canción de la noche, y la banda, ensimismada en el universo paralelo de sus monitores, siguió interpretándola sin ser consciente de que no se escuchaba una sola nota. Claro que Pucho, un cantante (y comandante) con muchas horas de vuelo, supo salir al quite poco después. “Pase lo que pase, que nada os impida disfrutar de esta noche. Que seamos plenamente conscientes de la puta suerte que tenemos de estar aquí”. Nota aquí.
Tute & Liniers
Tute y Liniers: todo lo que puede tener adentro un lápiz
Son dos de los dibujantes argentinos más leídos y reconocidos en el mundo. Sus obras despliegan universos personales inconfundibles pero están unidas de forma invisible por el mismo hilo emocional: ambas retratan espacios de la vida interior, íntimos, familiares, reconocibles. Tute lo hace con una mirada más cercana al psicoanálisis; Liniers, desde la imaginación sin límites de la infancia. Reproducimos en exclusiva el diálogo que mantuvieron con el escritor y director de cine Sebastián De Caro en la última edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, la primera después de dos años de pandemia, en el que intercambiaron recuerdos de sus inicios, hablaron de herencias e influencias, homenajearon a esa figura tutelar que es Quino y recorrieron las diferentes formas en que los componentes autobiográficos y la educación sentimental se cuelan en una vida —o dos— en viñetas.
Sebastián De Caro: El señor Liniers tuvo el gesto de traerle de regalo al señor Tute una viñeta, el original de una historieta que fue publicada en el diario La Nación, donde vemos a los pingüinos con Clemente, recordando a Caloi, y antes de que empezáramos esta charla se produjo otra conversación muy interesante. Me sentí un privilegiado porque hablaban sobre dibujar a Clemente y uno piensa, a priori, que para Tute hacer a Clemente debe ser una cosa de toda vida. Pero están los problemas técnicos, de hecho, hablábamos de que este es un Clemente que está mirando hacia la derecha cuando no sé por qué casi todos los Clementes miran hacia la izquierda. No sé si alguna vez se lo vio de frente.
Tute: En general, siempre era hacia la izquierda. Yo también lo dibujo hacia la izquierda.
Liniers: Yo lo dibujaba de chico. Cuando empecé a dibujar copiaba a los personajitos (de las tiras). Clemente detonó en Argentina en el mundial '82 cuando apareció en la televisión. Existían los Muppets y de repente existía un muppet argentino; estaban las hinchadas, habíamos ganado el mundial anterior. Primero lo conocí en versión muppet, con la voz de Pelusa Suero, diciendo «Eh, muchachos, tiren papelitos», y después lo fui encontrando en dibujito, pero al principio yo trataba de dibujar el muppet, que era más difícil, por la tridimensionalidad. Nota aquí.
viernes, junio 24, 2022
Joaquín Sabina
Sintiéndolo Mucho, el documental de Fernando León de Aranoa sobre Joaquín Sabina
Tras trece años acompañando a Joaquín Sabina dentro y fuera de los escenarios, el director Fernando León de Aranoa ha terminado el rodaje de esta película documental que permite conocer la versión más auténtica y cercana de uno de los cantantes, compositores y poetas españoles más importantes de las últimas décadas, un retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo el cineasta. Un relato como su voz, áspero, directo y sin ecualizar, que cuenta sin atenuantes la intimidad del artista, sus bambalinas, su cara B. Que comienza cuando baja del escenario, que le acompaña en lo cotidiano, y así en lo inesperado: en la risa y en el drama. Nota aquí.
Rubén Martínez
Víctor nos cuenta en su Blog.
"A BESAR DE TODO". UN ESPECTÁCULO A CORAZÓN ABIERTO.
He perdido tanto tiempo/ por el dark side of the road/ pero ahora encuentro el hueco/ para meterle corazón./ No te juzgues duramente/ es humano el error/ es lo que tiene ser gente/ y no un robot.
Cuando Rubén Pozo subió al escenario de Libertad 8 y cantó esta canción, Rubén Martínez sonreía y suspiraba a la vez. Rubén, junto a Israel Oliver y Anxo Garrido, llevan unos cuantos meses recorriéndose media España para hablar de adicciones. Sería injusto resumirlo así, porque no es una charla. Es un recital, es un concierto, es un encuentro, es una conversación... Ayer, en Libertad 8, nos juntamos unos cuantos amigos para escuchar su testimonio. Y fue muy inspirador. Hay esperanza, familia. Hasta en los peores momentos, hasta en el pozo más profundo, si uno se deja ayudar, hay un futuro por delante. Mientras Israel tocaba el piano (¡este hombre tiene un don!), Rubén recitaba sus poemas o nos contaba sus cuentos bajo la atenta mirada de los que allí estábamos.
Cuando Rubén Pozo subió al escenario no dudó en recordar los tiempos en lo que su tocayo y él (junto a Leiva y el grupo Pereza) trabajaron juntos en varios conciertos. Pozo perdió la pista de Martínez cuando Rubén entró a la clínica de desintoxicación pensando que estaría un par de semanas que, finalmente, se convirtieron en un año entero. Muchos le perdieron la pista. Y otros muchos estuvimos pendientes de él a través de su hermano Alejandro. Por cierto, Alejandro Martínez eligió cantar "Apuesto" una canción maravillosa de su disco "Usted está aquí" en la que parece que le está cantando directamente a su hermano: "Estoy diciendo creo en ti/ creo en la luz de tus ojos/ que el miedo no hable con tu voz/ que no te duerma la piel./ Apuesto por tu corazón/ que como el tuyo no hay otro/ solo te pido, tu confía en mi/ tu confía en mi...Crónica aquí.