martes, septiembre 20, 2022

Luis García Montero

 "Se corre el peligro de nacer y morirte sin estar enamorado"

 "He tenido una gran suerte al compartir una historia de amor con Almudena durante treinta años", remarca

 'Un año y tres meses' (Tusquets) reúne los poemas escritos por el poeta a raíz de la enfermedad y pérdida de su mujer, Almudena Grandes

"Comprendí el argumento de esta historia / en la noche estrellada, / una historia de amor, / este año y tres meses, / estos días finales que ya son, / ahora, recordados, / los más felices de mi vida". Así termina el poemario que Luis García Montero escribió durante la enfermedad de Almudena Grandes y que ha llegado este miércoles a las librerías con el título de, precisamente, Un año y tres meses (Tusquets). Unos versos finales resultado del duelo y la búsqueda de respuestas al infortunio a través de la poesía.

"Es una sensación real", explica el poeta a infoLibre, diario digital en el que colabora desde su fundación y de cuya Sociedad de Amigos es miembro, como lo era también Almudena Grandes. Y prosigue: "Es mucho el dolor y es mucha la pérdida, pero cuando pasan los días y pasa el tiempo y uno empieza a convivir diariamente con la muerte, agradece haber podido cuidar a la persona que quería, e incluso haber podido ser cuidado por quien estaba cuidando. Después, además, uno comprende que eso es el final de una relación de treinta años que ha sido alegre y feliz, que tiene como consecuencia la necesidad de cuidar". 

Esos versos finales son capitales, la luz imposible en la oscuridad impenetrable. Los escribió García Montero "utilizando" otros escritos en Animal de bosque por Joan Margarit, quien "vivió una enfermedad muy parecida a la de Almudena y murió un poco antes". Margarit cuenta en ese poema que al comprender lo que ha sido su vida y poder estar con la gente que verdaderamente quiere en sus momentos finales, ese año va a estar entre los más felices de su vida: "Él lo cuenta como alguien que va a morir, yo necesité contarlo como alguien que ha cuidado y que vive la enfermedad pero se queda en la vida".

El también director del Instituto Cervantes habla con serena emoción, encadenando las palabras con dialéctica delicada, como el profesor que pacientemente explica la lección y comparte con sus alumnos las respuestas a las preguntas que todavía no han llegado a hacerse. "También está la idea muy razonable de decir que si la pérdida es tan grave es porque lo que se ha compartido y lo que se pierde es muy importante", apunta. Nota aquí.



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