viernes, septiembre 16, 2022

Rodolfo Serrano

 Todo acaba

Moriremos. Lo sé. Como se mueren
los amores eternos. Y se mueren
los tiempos de la dicha y el deseo.
Y seremos la sombra para otros,
el recuerdo, apenas sueño, apenas nada.
Y seremos, fugaz, sólo un destello
cuando alguien nos recuerde alguna noche,
en el cálido rincón de una taberna,
en la esquina más fría de la cama,
en un día cualquiera con la lluvia
cayendo como un beso suave y limpio.
Más siempre viviremos mientras haya
un verso que nos nombre, una palabra
que salte de tu pecho a la añoranza.
Vivamos pues sin miedos. Aún nos quedan
las horas infinitas, estos días
para vivir sabiendo que la noche
traerá mi corazón hasta tu pecho.
(La muerte, lo sé ahora, es despertarme
y no verte tendida a mi costado)
Foto de Raul Cancio.



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