lunes, septiembre 26, 2022

Santiago Garat

 Santiago Garat presentó su libro "Nos espera el mar" 

El segundo trabajo del escritor trae 43 relatos breves en prosa y poesía con una impronta autobiográfica. Tras la charla, cantó Cucuza Castiello.

A Santiago Garat (Rosario, 29/4/74) lo esperaba la escritura como un destino premonitorio. Su abuela paterna Haydée creaba versos sobre cualquier papel, a mano, como su nieto. El eslabón que los une es Eduardo, el hijo de esa mujer. Abogado y docente peronista, la dictadura lo desapareció a los 32 años, el 13 de abril de 1978. Había sido detenido por el gobierno de Isabel Perón cuando pegaba afiches y, ya en prisión, también a mano, empezó a redactar su ensayo sobre la Constitución de 1949 que completaría después. El autor de Nos espera el mar, editado por la cooperativa que integra – La Masa – y Cadena Informativa, sigue la misma costumbre. Como un fruto más caído de su árbol genealógico, cuenta que cuando escribe, lo hace con birome y papel: "No puedo en la computadora porque paso muchas horas con ella y entonces prefiero que sea a mano sobre cualquier hoja en blanco o en cuadernos”.

Los primeros recuerdos de Garat con la escritura los ubica en la escuela Primaria: “Las maestras me felicitaban por las cosas que escribía. Te tiraban un tema y había que hacerlo. A los 14 y 15 años no me animaba a mostrar lo que producía, pero conservé los textos. Un día le mostré a un amigo lo que era una suerte de poesía. Él tenía una banda y terminó haciendo un tema al que le pusieron música. Yo no pensaba que eso podía ser la letra de una canción. Pero fui entendiendo con el tiempo que escribir es una manera de exorcizar algunos monstruos que uno tiene y también tratar de pescar recuerdos que perdí de cierta edad. Deben estar, pero todavía no puedo rescatarlos”.

Nos espera el mar contiene 43 relatos breves en prosa y poesía con una impronta autobiográfica. Habla del barrio Domingo Matheu al sur de Rosario y de Miramar, adonde su familia escapó, pero también de lugares imaginarios y de personajes entrañables que se adivinan en la infancia de Garat ocupando un lugar central. Sus abuelos Carlos y Angel, su madre Elsa Martín, su padre al que le publicó un extracto del poema que cierra el libro y que escribió en la cárcel en diciembre de 1974, sus amigos, compañeros de fútbol, seres reales y de ficción que viajan en un mismo colectivo donde hay lugar para todos. Nota aquí.



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