Jorge Drexler hermana magia y ciencia para su desembarco en el WiZink
El músico uruguayo celebra sus siete Grammy latinos ante 6.500 espectadores en un concierto extenso y colosal que no malogró ni la presencia de C. Tangana.
¿Puede escribirse una canción a partir de un término como “mesoproterozoico”? La respuesta solo es afirmativa si nuestro interlocutor responde al nombre de Jorge Drexler. La ciencia como germen inspirador de la lírica, las diabluras celulares como esa fuente generadora que en primera instancia prende la mecha del deseo, el amor y la vida misma. Son conceptos inalcanzables para el común de los cantautores, y no digamos ya de los mortales, pero Drexler lleva ya un buen puñado de lustros militando en otra liga. No la de las estrellas, sino la de la estratosfera. Porque solo él extrae poesía pura donde cualquier otro apenas hallaría ecuaciones, neurobiología o abismos astronómicos. Nunca la ciencia y la magia hicieron tan buenas migas.
Tranquilos todos: Jorge Abner Drexler Prada (58 años, Montevideo, Uruguay) es un maestro del enfoque insólito para abordar cuestiones rabiosamente humanas y cotidianas, como el anhelo, la frustración, las expectativas, el éxtasis amoroso o los traspiés emocionales. Todo nos atañe y todos lo refieren, pero nadie lo cuenta y canta como él. Con la peculiaridad de que los años, lejos de desgastarle, han propiciado su enriquecimiento en lucidez y capacidad de indagación, en sagacidad y visión permeable a los diferentes enfoques. Nota aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario