domingo, mayo 14, 2023

Bip Bip

 Samba y amor en Bip Bip: el argentino que rescató de la tristeza al último bar de la bohemia de Copacabana

Matías Bidart, un argentino de Adrogué, es quien sostiene el legado que dejó Alfredo Melo, o “Alfredinho de Bip Bip”, el creador de un bar de Río de Janeiro. Mítico y minúsculo, por el local pasan desde hace 40 años, y sin ser vistos, los mejores músicos de Brasil.

Alfredo Jacinto Melo tenía 25 años en diciembre de 1968, el año de la convulsión social, las revoluciones, las flores y los rifles, de Vietnam, los Beatles, la nouvele vague y Derrida. Alfredo aún vivía en Cosmos, un barrio ferroviario de la zona oeste de Río de Janeiro, aunque pasaba gran parte de su vida, especialmente los fines de semana, en un departamento que compartía con amigos en Copacabana, corazón carioca de la posmodernidad. Por allí andaba cuando, de camino a la farmacia, se asustó por un estruendo a metros de su pequeña y barbuda humanidad. A pesar de la época, las explosiones no eran tiros ni bombas. Eran la celebración de algo, observó tras el susto, y se acercó: un grupo de gente festejaba la inauguración de un local.

Era un barcito muy pequeño. Se llamaba Bip Bip -corrieron decenas de hipótesis a lo largo de los años pero nunca nadie sabrá el origen de ese nombre onomatopéyico- y su dueño, un inmigrante portugués, apenas vendía batidas y salgados. Todo a media cuadra de la playa. Todo tan Río de Janeiro.

Como sería a lo largo de toda su vida, la cerveza le tiraba más que los remedios (aunque la cerveza ERA un remedio), así que Alfredinho dejó el plan de la farmacia, se mezcló entre los parroquianos y brindó con ellos durante toda la noche. Nota aquí.






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