lunes, junio 12, 2023

Paris Joel

 Me olvidé de mí

Y ahora tengo que deshollinar mis ramas
Para que la alondra vuelva al nido.
Necesito beber su cántico antes del alba,
Presentir la bondad de las perlas del algodón,
O el incipiente azul de la fragua de Hefesto.
Me olvidé del arrullo del viento,
Que provoca la marea en el trigo,
Me olvidé de la fragancia a pan del día recién nacido,
Y fue tanta la voracidad del olvido,
Que me urge adoptar de Odiseo al perro que ladró primero.
Pero, ahora, me recuerdo,
Sufro quemaduras de tercer grado,
Por acaparar demasiados atardeceres en la retina,
Una ceguera parcial que intento curar con la última Luna de la primavera,
Mientras, mi amante de seis dedos,
Esquinada, musita poemas.
Así comienzo a recordar,
Y hasta juraría,
Que sonríe el cielo.



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