sábado, diciembre 30, 2023

Clásica y Moderna

 El valor de las ruinas

Reabrió Clásica y Moderna y la Ciudad de Buenos Aires recuperó un refugio cultural. Nada menos.

Después de masticar la buena noticia, pensé en las ruinas. No fue únicamente porque me acordé del derrumbe que muchos sentimos cuando Clásica bajó la persiana en 2019, tras más de 80 años de vida. La asociación se relaciona también con que su historia cuenta parte de la nuestra.

Todo podría empezar a mitad del siglo XIX, cuando un chiquito fue arrancado de los brazos de su madre muerta y en su mente quedó grabada la cuna verde donde tuvo sus primeros sueños.

Era Emilio Poblet Diez, quien llegó desde España en 1916 con el plan de abrir tres librerías sobre la avenida Callao. Justamente La cuna verde se tituló el libro que su nieta, Natu Poblet, publicó en 2013 para que sus memorias perduraran.

Emilio fue el padre de Francisco, quien fundó Clásica en 1938, con su mujer Rosa. Y ellos fueron ese mismo año padres de Natu, el alma de la gran refundación de Clásica. Fue a partir de 1980, cuando junto a su hermano Paco empezó a resucitar las tertulias, renovadas.

En Callao al 800 crearon la librería-bar-rinconcito de buena música que nos quedó grabada a tantos acá, en Costa Rica o en Luxemburgo, entre otros lugares del mundo desde donde llegaron mensajes de apoyo cuando corrió la noticia del cierre. Nota aquí.




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