lunes, abril 01, 2024

Celeste Carballo

 Celeste Carballo prepara conciertos tangueros en Bebop

Mientras prepara otro disco rockero, la cantante hará dos shows junto al Quinteto Revolucionario por invitación de la Fundación Piazzolla. 

Hay toda una vertiente interna, una vía central en la larga vida musical de Celeste Carballo que debe su caudal al rock y alrededores. No es pretensión aquí historiar sobre ello, claro. Apenas, recordar -para no olvidar- que la cantante, multiinstrumentista y compositora debe su inserción en la cosa a discos de la talla del primigenio Me vuelvo cada día más loca; del subsiguiente, Mi voz renacerá; o del preferido de ella, Tercer infinito. También gravitan en este sentido la rebelión que propuso con Celeste y La Generación allá por principios de los '80. Su voz picando cerca de las de Fito Páez, Peter Gabriel o Charly García. Y una intensa vida de 67 años, que en los últimos siete entregó dos trabajos más, en clave de renovadas rémoras: ¡Se vuelve cada día más loca… por amor al blues y Chocolate inglés Rock.

Ahora bien, hay toda otra corriente interna en la vida musical de Celeste que no necesariamente es medular –al menos en términos conocimiento popular- pero que sí lo es para ella y sus allegados: la tanguera. Del idilio entre artista y género devendrán pues los conciertos que la tendrán como protagonista este viernes 5 de abril a dos funciones (a las 20 y las 22.45) en BeBop Club (Uriarte 1658) junto al Quinteto Revolucionario, integrado por cinco ases del tango actual: Cristian Zarate al piano; el bandoneonista, Joaquín Benítez Kitegroski; Sebastián Prusak, en violín; Sergio Rivas, en contrabajo y el guitarrista Esteban Falabella.

La idea de una y de otros es fundirse bajo el fin de tomar piezas de Astor Piazzolla y ponerles algo de aroma de rock. “Todo, todo, no voy a contar”, advierte Carballo, entre risas, ante la pregunta de cuál será el repertorio. Uno de los temas que sí revela es “Oblivion”. “Para mí es un descubrimiento”, admite, sobre su acercamiento con aquella gema instrumental compuesta por el marplatense, en 1982. “Me atrapó. Encontré su partitura y hace un mes estoy todos los días desentrañando maravillada sus bemoles con el piano, encontrando frases armónicas”. Deja entrever que también sonarán “Preludio para el año 3001”, y una que fue su caballito de batalla cuando tenía 12 años: “Chiquilín de Bachín”. “La cantaba los domingos en la quinta de mi hermano Eduardo, en General Rodríguez, donde pasábamos todo el verano, cada año”, recuerda ella. Nota aquí.



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