Una multitud defendió el valor de la educación pública y pidió un límite al ajuste en las universidades
La masiva convocatoria rechazó el drástico recorte presupuestario y reclamó preservar la educación como factor clave para el desarrollo. Pidieron una mesa de diálogo pero el Gobierno por ahora no cede. Detalles de una jornada histórica y una encuesta con datos elocuentes.
Fue mucha gente. Cientos de miles de argentinos. Se trató de un evento político de una dimensión tan masiva que convirtió en irrelevante precisar si fueron 180 mil, como dijeron sotto voce en el Gobierno, o un millón de almas, como plantearon los organizadores. Fue ciertamente una multitud que se movilizó para defender el valor de la educación pública y para pedir un límite al ajuste drástico del presupuesto destinado a las universidades nacionales.
Se trató de una marcha que si bien tuvo ecos en casi todas las provincias, el epicentro se dio en un puñado de manzanas del centro porteño. Los convocados marcharon desde la Plaza Houssay, corazón universitario de la ciudad de Buenos Aires, y desde el Congreso Nacional, y terminaron lo más cerca que pudieron de una Plaza de Mayo abarrotada, donde se montó un escenario desde el que se leyó un documento titulado “La universidad pública: base de la democracia y el desarrollo social”. Si bien se filtraron críticas partidistas, el grueso del mensaje estuvo enfocado en demandar el dinero necesario para evitar un virtual apagón educativo. Nota aquí.
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