viernes, mayo 03, 2024

Ramón Serrano

 UN SUEÑO DE ESPANTO

Tuve la noche en la cama
tuve un sueño profundo
entre el estruendo de sábanas
no eran las sombras
era el vacío lo que iluminaba
el terrible escenario
el profundo abismo
la sima de los fantasmas
el mar se había marchado
los océanos vacíos
nada de mediterráneo
sólo un cielo azul pálido
sola la playa de mi cala
no tenía mar que la besara
ni una gota de agua
no se veía horizonte
allá en la lontananza
puro silencio de cartón piedra
nada de nada
tan siquiera el leve rumor de las olas
o el chocar del agua en las rocas
yo sentía en mis adentros
las ausencias marinas
la espuma y las estelas
las velas y los barcos de carga
sin brumas ni brisas
el sol abrasaba mis sábanas
regresé del terrible sueño
con la sed del beduino
perdido en el espejo
de un oasis que no alcanzaba
me asomé a la ventana
a ver si en el horizonte
veía del mar su raya
¡Oh dioses del Olimpo!
ni asfalto ni parque ni acacias
la luz del sol campaba a sus anchas
quemando por aquí y por allá
el vacío de la nada
era un incendio perfecto
ardían los bosques y las nubes
ardía el tiempo
en mis oídos las campanadas
eran seco crepitar de las llamas
lejos y en silencio
un ángel aleteaba
despertando los ocho rumbos
de los vientos cardinales
Cupido con sus flechas
restituía vuelo a vuelo
el escenario
el horizonte de agua
y los besos en mi playa
quiero dormir el Amor
el sueño que llena los mares
y tranquiliza mis sábanas.



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