sábado, mayo 25, 2024

Robe Iniesta

“Algunos años de joven me cuentan como los años de perro”

El músico extremeño, que actúa este sábado en Madrid, dentro de su exitosa reciente gira, habla de su manera de escribir, la filosofía o su frustrada colaboración con C. Tangana.

“Robe te llamará a las 17.30 desde un número oculto y tienes 30 minutos de entrevista”. Estas son las instrucciones. A las 17.35 suena el teléfono. “Perdona el retraso, que estaba preparándolo todo para la entrevista”. Roberto Iniesta, Robe (Plasencia, Cáceres, 62 años), habla desde su casa, se ha leído los últimos artículos del periodista que le va a entrevistar, tiene unos libros a mano que luego sacará a relucir y destila buen humor. No le gustan mucho las entrevistas, pero en las dos últimas giras se ha prestado a realizar algunas, habitualmente por teléfono. Las primeras fechas de la gira de presentación (llamada Ni santos ni inocentes) de su cuarto trabajo en solitario, Se nos lleva el aire (el mejor español del año pasado para Babelia), se han celebrado con llenos y tres horas de espectáculo. Este sábado actúa en Madrid (Auditorio Miguel Ríos, en Rivas) con todo vendido (30.000 entradas). Con esta entregada aceptación continuará los recitales todo 2024, para luego borrarse durante un largo tiempo.

Pregunta. El otro día le vi en el Piornal (Valle del Jerte, Cáceres) recibiendo la Cereza de Oro, y conmoviéndose cuando un colegio de niños de allí le cantó el clásico de Extremoduro Ama, ama, ama y ensancha el alma. Una letra antigua suya dice: “¡Vamos a robar cerezas! de las del valle del Jerte”. Ahora le dan premios. Robe se ha convertido en un tipo dócil y familiar. ¿Quién se lo iba a decir?

Respuesta. [Risas] Cuidado, que los niños aquellos eran muy recios. Me lo pasé muy bien. Era una visita a un colegio de un pueblo pequeño con niños muy chicos. Tienen una emisora de radio y me hicieron una entrevista. Estuvo de puta madre.

P. A eso me refiero: usted, que era una oveja descarriada, ahora es un tipo entrañable.

R. Bueno, igual me llevaron allí para ponerme como mal ejemplo de lo que no hay que hacer [risas]. Hablando en serio. Creo que al final lo que manda es la música. Y aunque a la gente le dé mucho morbo mi pasado, lo que cuenta son las canciones. Cuando llevas tanto tiempo y haces músicas diferentes es normal que le gustes a mucha gente a la que le interesan las canciones, y no cómo tú eres o dejas de ser.

P. Robe se ha convertido en una persona de fiar…

R. Bueno, no sé qué decirte. Pero sí, se me puede llevar a un sitio con niños.

P. ¿No existe “el amor sin condición”, como canta en Haz que tiemble el suelo, en su último disco?

R. Las letras no están hechas para contar cosas muy categóricas. Son para que la gente piense, para que le muevan la cabeza. Prefiero que cada uno interprete las letras como mejor las vea. No soy el más adecuado para interpretarlas. Una canción quiere decir lo que a ti te sugiera. Si tú entiendes una cosa en una canción no es menos acertado que lo que yo quiera decir, porque quizá lo que yo haya querido decir no haya acertado con ello. Lo que yo piense da igual: cada uno debe pensar por sí mismo. Nota aquí.




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