martes, junio 18, 2024

El Mató a un Policía Motorizado

 El Mató a un Policía Motorizado y un capítulo consagratorio de su historia

La banda liderada por Santiago Motorizado entregó un concierto épico en el que continuó con la presentación de su disco Súper Terror.

“¿Hacemos una más?”, preguntó Santiago Motorizado antes de que la banda que lidera, El Mató a un Policía Motorizado, desenvainara “Mi próximo movimiento”. Si ya era una sus canciones más emocionantes, sobre todo en vivo, en la noche del domingo último abrazó lo épico. La diferencia, esa vez, fue que se tornó en una especie de metáfora acerca del afán del quinteto. Y es que hizo de lo imposible su principal directriz. Los platenses volvieron a meterle mano a la historia al consumar su primer Movistar Arena. No sólo eso: fueron los primeros artistas indies argentinos en conseguir semejante hazaña. La coronaron aparte con un recital tan heroico como las guerreras que ilustran la tapa de La síntesis O’konor, álbum devenido en parteaguas del rock argentino.

Sin embargo, apenas los músicos se subieron al escenario, en la pantalla central se pudo leer Súper terror, título de su más reciente disco de estudio. Este show formó parte de las performances de ese trabajo, que, por lo menos en la Argentina, arrancaron en septiembre del año pasado con otro hito en la trayectoria del grupo: su primer Luna Park. En realidad, fueron dos, que sucedieron a su desembarco en el Malvinas Argentina y previamente en Tecnópolis (su debut en los estadios locales, en 2018). Así como aquella vez, El Mató dejó en evidencia que no le teme a los grandes aforos. De hecho, le sientan bastante bien, de lo que pueden dar constancia las 14 mil personas que acudieron a esta nueva ceremonia de la música popular contemporánea local.

El festejo, no obstante, arrancó en la antesala del recital. Una hora antes de que se congregara esa multitud fervorosa, en Dorrego y Corrientes se podía ver a los fans saliendo de la estación de subte soflamando a la banda al clamor de “Oh, vamo’ El Mató. El Mató, El Mató, vamo’ El Mató”. Esto acontecía al mismo tiempo que los vendedores de merchandising no oficial exhibían estampados de remeras insólitos (algunos de ellos ni siquiera están en el stock del grupo). Los mercaderes de cerveza improvisados, en tanto, ayudaban refrescar las tertulias, al igual que la memoria evocativa, en los alrededores del arena. Este año se celebran dos décadas de la salida del primer álbum del grupo, titulado de forma homónima. Cuando apareció, ni siquiera los integrantes del entonces cuarteto podían imaginar un momento como el presente. Nota.aquí.



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