Porsuigieco, 50 años después
El 19 de junio de 1974 en el Auditorio Kraft, Charly García, María Rosa Yorio, León, Nito y Raúl dieron el puntapié inicial de una aventura breve pero poderosa, que dejó un puñado de shows y un disco emblemático.
El 19 de junio de 1974 fue una fecha clave para el jovencísimo rock argentino. Pero los rastros de lo que sucedió ese día llegan más atrás: el 16 de junio de 1972, en el desaparecido Teatro Atlantic, se realizó el Acusticazo. En el concierto participaron artistas, en su mayoría emergentes, de la escena rockera local. Entre ellos, Raúl Porchetto y León Gieco. Parte del evento fue documentado en un álbum lanzado tres meses después por el sello Trova. Dicha entrega marcó el debut discográfico de ambos compositores. El primero, junto a Osvaldo “Petty” Guelache y Alfredo Cusino, quedó representado con la sentida “Cortar el viento”. El segundo dijo presente con “Hombres de hierro”. La pieza había sido inspirada por el denominado “Mendozazo”. Una revuelta popular para oponerse a un aumento del 300 por ciento en las tarifas de electricidad. La placa —la primera en vivo de esa nueva música urbana— funcionaría como una estupenda carta de presentación para los noveles cantantes.
En el verano de 1973, Porchetto y Gieco -junto al dúo Miguel y Eugenio- realizaron una serie de actuaciones. Los conciertos abarcaron ciudades como Mar del Plata, Villa Gesell y Miramar. La trova había sido catalogada por la prensa especializada como “los acústicos”. “El rótulo le dio identidad a nuestra propuesta. Sirvió para visibilizar que, a pesar de no usar instrumentos eléctricos, éramos parte de la movida rockera”, explica Porchetto.
Por entonces, el vocalista y tecladista presentaba su primer elepé: Cristo Rock era una obra conceptual donde se marcaban las contradicciones entre los postulados evangélicos y la institución eclesiástica. En el trabajo, por insistencia del compositor, participó Carlos Alberto García Moreno. El mercedino lo conoció cuando lideraba a un Sui Generis en formato de sexteto. Deslumbrado por su talento, lo sumó al proyecto. García –en lo que serían sus primeras grabaciones profesionales- tocó teclados, órgano, piano y concibió los arreglos de cuerdas. León, por su parte, ya había sido encandilado por Charly durante una fecha compartida en el Teatro Luz y Fuerza. Nota aquí.
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