MEA CULPA (Pecados poéticos capitales)
Vive dios que rocé lujuriosamente la piel y los ojos de unos versos.
Que me armé de pereza para dar luz a poemas de antaño.
Que cometí gula, infinidad de ocasiones, al saciarme en los ágapes de mis compañer@s poetas.
Que por supuesto padecí de fiebres envidiosas por no escribir los versos más tristes esta noche.
Que me consumí en la avaricia de acaparar aplausos, miradas y laureles.
Y que el orgullo me incitó a autoproclamarme poeta sin equipaje ni vergüenza.
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