A LAS CINCO DE LA NADA
Todavía no dieron las cinco
por aquí ando gateando
el espeso silencio
murmullos en la conciencia
guantes blancos
sepulcros que guardan olvidos
estrellas que se van apagando
¡Qué os voy a contar del insomnio!
ni corderos ni lagartos
y menos los muertos cercanos
montañas de dormidera
piscina de agua templada
ahuyento sombras chinescas
el mundo cuando es de noche
sigue igual un mondo cane
en esta redonda nuez
seguimos de conquista matando
a estas horas perdidas
de día grises y oxidadas
sólo persiste una función
el ego protagonista
divide su tiempo en tres actos
la infancia y los amores perdidos
y los besos recuperados
hasta la última perla
rueda mejilla abajo
a las cinco de las desgracias
ni luna llena ni nardos
y menos la playa bonita
en el mar ya no hay esmeraldas
si acaso el yermo ventoso
y un ángel con su espada
que no es ángel
es la Dama con su guadaña
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