domingo, septiembre 29, 2024

Úrsula Corberó

 "No quiero personajes que no me desafíen" 

La protagonista de La casa de papel es parte de la nueva película de Luis Ortega.

Desde que se puso de novia con Chino Darín, Úrsula Corberó pasa dos o tres meses al año en la Argentina. Su última visita, sin embargo, duró lo que un lirio. No viajó para ver amigos ni a su familia política, sino para la presentación de El jockey, que desde el jueves está en salas comerciales. Estrenada en el Festival de Venecia y seleccionada para representar al país en la carrera por el Oscar a Mejor Film internacional, la última película de Luis Ortega (Caja negra, Monobloc, Los santos sucios, Lulú) sigue a un jockey cuyos éxitos quedan en el olvido a raíz de una sucesión de conductas autodestructivas, la última de las cuales desemboca en un accidente que lo deja internado en un hospital del que escapa para buscar una nueva vida. No sabe qué desea ni mucho menos hacía dónde va. Sí que la principal aliada de su cruzada no es otra que su novia embarazada Abril, el vehículo para que la protagonista de la serie La casa de papel haga su debut laboral en estos pagos.

Fue gracias al hijo de Ricardo Darín, quien había trabajado con Ortega en la serie Historia de un clan (2015) y el largometraje El Ángel (2018), que comenzó a gestarse su incursión por el particular universo creativo del realizador. “De su cine me interesa todo”, dice la barcelonesa ante Página/12, y sigue: “Una de las cosas que más me llama la atención es la poca necesidad de los personajes de reaccionar de forma habitual a los acontecimientos. Por ahí pasa algo traumático, muy dramático, y en una ficción esperas que el otro personaje reaccione, lo que está muy vinculado con las grandes interpretaciones. Y en sus películas todo pasa por otro lugar. Les da un misterio por el que no sabemos muy bien cómo están operando, qué les pasa. Igual me gusta porque son personajes muy humanos, pero poco convencionales. Eso es sexy”.

-¿Sexy?

-Me resulta sexy no saber todo. Yo soy un libro abierto, muy tipo "todo para afuera", así que siempre me ha resultado sexy lo opuesto, que es la gente más introvertida. Esa cosa de no saber qué piensa, cómo se está tomando algo, cómo se siente.

-En el Festival de Venecia dijiste que componer a Abril te permitió conectar con el oficio de una manera muy distinta a tus trabajos anteriores. ¿Cómo definirías esa conexión?

-Fue todo muy experimental desde el principio. El jockey me viene aportando cosas nuevas todo el tiempo. Fue, además, mi primera vez trabajando en la Argentina. El explorar mi profesión en un país con el que me siento tan unida, en el que ya tengo amigos y familia política, significó conectar desde otro lugar. Ha sido bastante mágico. Nota aquí.



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