sábado, octubre 26, 2024

Antigourmet

 Antigourmet, la esquina de Palermo que enaltece el plato abundante y prepara un sándwich que necesita dos mozos.

El grupo nació en 2014 como respuesta a las propuestas gastronómicos de pasos y comida fusión que dominaban; hoy tienen su propio bodegón.

“Cuando el gourmet pone el ojo en un producto, lo arruina”. Con esta declaración, Matías Pierrad festeja los diez años de una idea que nació como un escape en busca de la honestidad gastronómica, y en la actualidad se completa con un restaurante, un libro y una comunidad numerosa que le da la espalda a las modas y las posturas, y que ha revalorizado a los bodegones. “Podés encontrar humanidad, elevar la voz, reír fuerte y sentirte cuidado y bien alimentado”, dice.

“Somos el Antigourmet”, afirma Pierrad. El grupo y el nombre nacieron en 2014 como respuesta a las propuestas gastronómicos que dominaron el barrio de Palermo. “Nos sentimos invadidos de platos mínimos –dice–. Somos cinco amigos que nos juntamos a comer”. Los une la pasión por el básquet y los miércoles luego de jugar salían a cenar por la zona de Palermo. Después de varios intentos se encontraban con el mismo escenario: platos por pasos, comida fusión, desinterés y frialdad. “No hay humanidad en un plato que tenés que mirar con lupa”, define Pierrad.

Un plato estelar los define. En su restaurante, La Esquina Antigourmet presentaron “El Sanguchito”, un inmenso e indelicado sándwich de milanesa de 75 centímetros de largo, alrededor de dos kilos de carne, ocho huevos fritos, un cuarto kilo de queso, la misma cantidad de jamón, lechuga, tomate y una “cordillera” de crujientes y gruesas papas fritas. Para llevarlo a la mesa se necesitan de dos mozos. Es una nave nodriza donde pueden comer diez personas.” Un buque de guerra para combatir al gourmet”, resume Pierrad.

“Vimos empanadas en frasco y pizzas servidas en copas”, dice Pierrad. Dijeron basta y comenzaron a buscar lo que ellos reconocen que es el mantra del grupo: “La honestidad en la cocina.” ¿Dónde podría existir esta entelequia en la ciudad de Buenos Aires? La respuesta es sencilla: “En los bodegones está la magia, necesitamos volver a las cosas sencillas —dice Pierrad—. ¿Cómo vas a poder emocionarte con un plato de hongos y hojas verdes?”. Nota aquí.



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