" Nada peor que enceguecerse con las luces de lo actual"
"Algunos tenemos como profesión el hacer cosas que no corresponden", señala el dúo, que unió sus saberes y reflexiones para subirse al escenario y repensar el presente sin solemnidad ni dogmatismos.
Las ideas y el humor ahora tienen plan de anti domingo. En ese momento de la semana en el que cae el crepúsculo del día libre, donde las expectativas del fin de semana quedan atrás con la sentencia del hecho consumado y el comienzo de una nueva semana se avecina con peso inevitable, Alejandro Dolina y Darío Sztajnzrajber proponen abrir un espacio de reflexión desligado de impostada solemnidad. Este domingo y el próximo, a las 20, los pensadores presentarán en el Teatro Coliseo La conversación infinita, un particular espectáculo en el que la palabra -tan menospreciada en estos tiempos- se conjuga con agudeza de pensamiento pero sin perder el don de la gracia. “Es un diálogo que se propone lo siguiente: los mandatos de los que manejan el mundo -de los poderosos, de los que son mentores ideológicos de la sociedad- deben ser resistidos”, apunta Dolina. “Es una conversación en el que el público saldrá con una angustia dulce”, agrega Szeta.
Si algo no tiene ni puede tener fin, quiere decir que está abierto, que es inabarcable, que no tiene respuestas absolutas, que no muere y que permanece por siempre y es plausible de moldearse tantas veces se quiera. De eso se trata el pensamiento y con ese espíritu se mueve La conversación infinita, un espectáculo a dos voces y millones de neuronas en el que sobran las preguntas. La felicidad y la muerte son los dos grandes temas del que se desprenden otros, cuyas diferentes respuestas se exponen y refutan con argumentos e ironías, con la única pretensión de sobrellevar la angustia que significa la propia existencia humana un domingo a la noche. Nota aquí.
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