NANA PARA DORMIR AL MIEDO
El miedo a la oscuridad no caduca, hijo.
Los monstruos y los fantasmas crecen también con nosotros.
Siguen habitando la niebla de la incertidumbre.
Otros sus contornos.
El miedo a la oscuridad siempre persiste.
Es ancestral. Y puede paralizarnos.
Abocarnos a un insomnio constante.
Pero no temas.
En la oscuridad también hay luz.
Tus ojos aprenderán a vislumbrarla.
Comprenderán la manera de equilibrar los temores.
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